Hola. Yo soy Carlos Kossik, así me dicen mis amigos. Soy caraqueño desde el 10 de noviembre de 1985. Soy un hombre enamorado de mi ciudad, de mi país y su gentilicio. Soy el tío-papá de un verdadero angelito llamado Ángel Rafael, que vino a llenar mi vida de luz y amor y a mostrarme lo mejor de esta experiencia de vida. Soy el hijo del medio de un matrimonio que unió la pureza de un amor incondicional entre dos almas inocentes que acordaron reglarme la oportunidad de vivir una experiencia espléndida de evolución y expansión. Soy un hombre apasionado por lo que hago, por la vida y el crecimiento personal. Pero para que me conozcas mejor te ofrezco mi historia en tres etapas.

Etapa Oruga o Gusano. Antes de formarme como practicante de CRP yo era el típico pesimista y me decía a mí mismo: “la vida es dura; para alcanzar el éxito hay que hacer muchos sacrificios y trabajar duro”. Permanecí alimentando mi mente con este tipo de pensamientos, buscando un propósito de vida, cualquiera que fuera, sin saber lo que yo realmente deseaba. Hasta que un día, caí en cuenta que mi deseo era ayudar a otras personas a evolucionar, expandir su consciencia y encontrarse a sí mismas. Entonces, ingresé al seminario de los Padres Redentoristas para hacerme sacerdote. Al terminar la carrera de Filosofía, cambié mi rumbo. Me retiré del seminario y me gradué como licenciado en Relaciones Públicas; un diplomado en Docencia Universitaria y otro en Locución. Crecí profesionalmente, desempeñé cargos de responsabilidad en diferentes instituciones. Planifiqué mi vida en función de lograr un buen empleo, un hogar, una familia y lo logré, pero sacrificándome y esforzándome. En mi camino ayudé a muchas personas, pero al que realmente debía ayudar era a mí mismo. Yo seguía siendo una oruga pesimista pegada a una hoja en un pequeño jardín.

Etapa Crisálida o Capullo. Como buen pesimista, yo vivía pensando las peores cosas para mí y uno de esos pensamientos recurrentes me decía que algún día tendría un accidente fuerte y al cabo de un tiempo sucedió, me partí el peroné derecho, la tibia y unos huesos del talón. Me deprimí, me molesté y me lamenté por tres días. Luego me dije a mi mismo: “bueno mi pana, nos caímos y ahora nos toca levantarnos”, y justo así empezó mi metamorfosis. En mi reposo y rehabilitación (el capullo), empecé a leer libros y artículos de crecimiento personal y a escribir en mis redes mis reflexiones, pero esta vez aplicaba el aprendizaje para mí. Había entendido que era el momento de ayudarme a mí. Fue entonces cuando de verdad comencé a evolucionar y expandir mi Ser. Fortalecí mi cuerpo y espíritu para iniciar mi nueva vida. Cambié mis pensamientos y las respuestas que buscaba llagaron mágicamente. Me hablaron de CRP, me inscribí en la formación de Practicante y Inicié mi formación apegado al bastón, con muchos miedos, preguntas y resistencias, pero practicando cada estrategia comencé a evolucionar y a expandir mi Ser y mi mundo entero se transformó. Así, decidí ser Trainer para compartir las 6 maravillosas Estrategias que cambiaron mi vida, con aquellos que también están buscando un sentido y un cambio en todas las áreas de su vida.

Etapa Adulto o Mariposa. Emergí de mi crisálida convertido en un verdadero adulto, consciente de mi poder para crear mi realidad, sabiéndome responsable de mis resultados. Empecé a creer y a confiar en mí y a crear mi vida enfocado en mis deseos. Uno de ellos era crear y dirigir mi propia empresa lo cual hago en la actualidad con dos socios que me regaló esta nueva familia crpeana. Con CRP me transformé en un mejor hombre, un mejor esposo, un mejor padre y amigo.

Te invito a que participes en mis formaciones de Practicante de CRP y transformes tu vida, al igual que muchos lo hemos hecho.